EL NUEVO AUDITORIO DE LUGO BRILLÓ CON UNA ARTETA SOBERBIA

La cantante conquistó al público con su voz y simpatía y lo puso en pie con ‘Noche de paz’ en gallego. En la inauguración del nuevo auditorio de Lugo, la alcaldesa, el conselleiro de Cultura y Fuxan os Ventos destaparon una placa en el vestíbulo del edificio

A las ocho y media de la tarde y después de que la alcaldesa de Lugo, Paula Alvarellos, y la soprano Ainhoa Arteta cortaran un gran lazo rojo sobre un escenario de suelo y cortinones negros, la música sonó por primera vez en el auditorio Fuxan os Ventos.

Cuba dentro de un piano, de Rafael Alberti, fue la canción elegida por la cantante para abrir un concierto que confeccionó para la ocasión, junto al pianista Javier Carmena, que la acompañaba sobre el escenario, y ambos repetirán este domingo.

El recital comenzó tras el acto de inauguración del nuevo centro cultural, en el vestíbulo principal con tres breves discursos y el descubrimiento de una placa. Participaron la regidora, el conselleiro de Cultura, José López Campos, en representación del presidente de la Xunta, y Tareixa Novo, como voz de Fuxan os Ventos, el grupo musical que desde ayer da nombre al auditorio de la Avenida de Magoi.

Dos auditorios tras «moitos tropezos»

«Tardamos pero fomos os primeiros. A partir de hoxe, Lugo ten dous auditorios, porque non nos podemos esquecer do Gustavo Freire. Demostra a importancia que ten a cultura para esta cidade», afirmó Alvarellos en su intervención.

Sin rodeos, aludió a los «moitos tropezos e vicisitudes» que el Concello tuvo que superar para llegar al momento y, de forma enigmática, se refirió a los «intentos que houbo ata o último momento para que non se abrira», afirmó.

La emoción de la alcaldesa era la de casi todos los asistentes al concierto inaugural, desde las autoridades a personas del ámbito de la cultura y ciudadanos sin más que no quisieron perderse un momento histórico, el estreno de un auditorio que llevaba ocho años acabado y con una artista de talla internacional que nunca había actuado en la ciudad. Hubo lucenses que acudieron en familia y algunos con niños muy pequeños.

Coincidió el conselleiro de Cultura en que fue un día «extraordinario» porque Lugo escribió «unha páxina na historia cultural da cidade e de Galicia». Recordó el «importante» esfuerzo económico que hizo la Xunta en una infraestructura que seguramente es, dijo, «a envexa de toda Galicia». «Tardou un pouco máis do debido. Ás veces as cousas máis desexadas son as que máis tardan», afirmó para justificar una demora en la que tanto la Xunta como el Concello tuvieron cuotas de responsabilidad.

Fuxan os Ventos

Pero era un día para celebrar y entre los más «orgullosos» y «satisfeitos» del acontecimiento estaban los integrantes de Fuxan os Ventos. Porque Lugo cuenta al fin con un nuevo «contedor» que esperan que sirva para acoger «cultura do país».

Estamos faltosos de sitios coma este e de promotores tanto públicos como privados que visibilicen a nosa cultura», afirmó Tareixa Novo. Porque las «denunciais sociais» que Fuxan os Ventos hacía hace cincuenta años siguen vigentes, lamentó, como la situación del idioma gallego, «que segue perdendo falantes.

Novo se refirió también a «todas as persoas que pasaron por Fuxan os Ventos», un grupo que tuvo más de treinta cantantes pero muchos otros colaboradores. Finalizó su intervención con otro recuerdo, para la mujer asesinada por su pareja esta semana en Viveiro.

Un concierto con colofón navideño en gallego

Los discursos acabaron en tiempo pero el concierto comenzó con media hora de retraso, lo que hizo que llegado un momento el auditorio empezara a reclamar la presencia de Arteta con palmas.

La cantante salió al escenario acompañada de la alcaldesa y, tras cortar el lazo, saludó al público con «boas noites». Tras comprobar que los espectadores no disponían del programa en papel, algo que se perdió durante el covid —recordó—, hizo una breve explicación de cómo iba a ser el recital. Algo que comenzó haciendo por necesidad se acabó convirtiendo en una parte más de los conciertos que ella personalmente disfruta, confesó.

Y el público desde luego también. Se metió al público en el bolsillo no solo con su «impresionante» voz —el adjetivo más escuchado en las butacas— sino con la simpatía y la naturalidad que exhibió entre las canciones. Tras más de un fallo de memoria o confusión a la hora de referirse a los autores de las canciones explicó que además de cantante es madre y que cuando viaja no solo piensa en lo que va a cantar sino en lo que deja en casa.

El concierto gustó desde el principio, pero la parte final fue casi una apoteosis, con el público en pie y cantando con ella varios villancicos como Noche de paz en gallego y A Belén va una burra. «Creo que nos lo vamos a pasar bien», dijo antes de empezar el concierto. La despedida del público en pie y aplaudiendo con entrega lo confirmó.

Fuente: elprogreso.es

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