AINHOA ARTETA: «DESPUÉS DE TODO LO QUE ME HA PASADO, SALGO A COMERME EL MUNDO»

¿Cómo se encuentra ahora mismo? Tanto en lo profesional como en lo emocional.

Fenomenal. Creo que estoy pasando un momento que nunca imaginé que podría volver a suceder después de todo lo que me pasó, no solo a nivel emocional, sino físico, incluso a nivel vocal. Sinceramente, creo que me encuentro ahora mismo en un momento de los más dulces vocalmente de mi vida. Durante todo este proceso he tenido una recuperación fisioterapéutica y vocal en Alemania, que la verdad ha sido un renacer. Y además, creo que un renacer con mucha más información y mucha más técnica si cabe. Y bueno, con muchas ganas de seguir adelante y disfrutar de la etapa de mi carrera en la que puedo y voy a hacer lo que quiera.

Hace unos años tuvo una septicemia que casi acaba con su vida, ¿cómo le ha afectado? ¿Ve la vida de otra manera desde que ocurrió?

Totalmente para bien, en el sentido de que prescindes de muchas tonterías. Vives la vida realizando las cosas que antes las dabas por hecho sin más, y ahora te das cuenta de que verdaderamente son importantes. Quizá por eso también me planteo una vida mucho más cerca de mi familia y de los míos. Después me iré a hacer la compra con mi padre y estar con mis hijos, momentos así los aprecio. En el sentido familiar por supuesto me han cambiado prioridades, y en el sentido humano también, porque una cuestión como esa pone a prueba a las personas alrededor tuya.Te das cuenta de que hay mucha gente que te quiere, que te admira, pero los que están al lado contigo en las duras no son tantos. Así que he aprendido muchas y muy buenas lecciones.

¿Cómo ha vivido todos estos años de carrera?

Al final yo creo que cuando tienes un propósito en la vida y vas y pasas por ello, pues al final ocurre. Eso sí, a través de muchos sacrificios, de prescindir de muchas cosas en la vida y de mucha complicidad de la gente que te quiere y de tu familia. Al final estás viajando mucho y pierdes muchísimas oportunidades y momentos importantes familiares. Es un gran sacrificio que hay que hacer y hay que tenerlo muy en cuenta. Pero por eso digo que la pasión a la que te dedicas tiene que ser tan grande que merezca la pena, aunque luego llores muchas veces.

¿Qué significa para usted la gente que le ha acompañado y enseñado durante su vida?

Muchísimo, todo. Me han enseñado a disfrutar de la vida, a compartir distintas culturas, distintas maneras de pensar, distintos países, distintas religiones. A través de la música he conocido todas estas culturas y sé que la música puede salvar estas diferencias religiosas y culturales que podemos tener. Al final yo he visto verdaderos milagros ocurrir en salas de concierto y de ópera porque el lenguaje del arte y de la música es un lenguaje universal que consigue unir las almas, y lo creo mucho.

¿Cómo afronta la vida ahora?

Creo que el tiempo en la vida es muy precioso y la vida se puede vivir de dos maneras, se puede vivir amargado o se puede vivir sacando lo mejor, hasta de lo malo que te pasa porque en la vida pasan cosas. Todos los días nos pasan cosas buenas y malas, pero lo malo también te puede tener una buena lectura dependiendo de tu estado emocional, y eso es lo que intento y lo que procuro cuando salgo al escenario. Después de todo lo que me ha pasado, salgo a comerme el mundo, es una comunión con la gente que viene al concierto y con los autores. Interpreto con toda la técnica que he adquirido durante estos años junto a la madurez mental y vocal. Creo que ahora mismo estoy en un momento pletórico.

Ainhoa Arteta y el pianista Francesc Blanco

Ha participado varias veces en el Festival MallorcÒpera, ¿qué hace que este año vuelva?

Las ganas de cantar y de sentir cuando estoy interpretando. Yo no soy compositora, pero tengo la suerte de haberme dedicado a una carrera donde soy el vehículo de obras sublimes, obras que sabes que no están hechas en una dimensión normal. Cuando salgo al escenario me transporto al personaje para ser lo más fidedigna posible con estos grandísimos autores que vamos a presentar en este concierto en Mallorca. Cuando noto esa comunión entre el público, la música que estoy interpretando y conmigo, es la satisfacción más grande que se puede tener porque sé que de alguna manera nos estamos nutriendo de algo que es muy elevado.

¿Y qué es lo que más le gusta de Mallorca?

Todo. Es que las Islas Baleares son maravillosas en general. De Mallorca me gusta el tiempo, pero encima tiene muchísima historia. Menorca también, que tiene el teatro más antiguo de España, y creo que por eso también hay mucha afición a la lírica y a la música en estas islas, porque cuando venían, se fletaban barcos de compañías italianas que traían la ópera y paraban en los puertos de Mallorca y Menorca. Luego obviamente también me gusta muchísimo la gente en Mallorca. No sé si es el clima o ese tipo de vida que tienen, pero van a una marcha más tranquila. Eso es calidad de vida y se nota en la gente.

Tras haber conseguido tantos logros, ¿todavía le queda algún objetivo que quiera cumplir? ¿Qué ambiciones tiene ahora?

Tengo un objetivo que ojalá se cumpla, no puedo hablar mucho de ello, pero eso sería ya la guinda de mi carrera. Este gran proyecto, que viene desde Estados Unidos, va a ser a nivel mundial. Tiene que ver con culturas, con tradiciones, con idiomas… Y bueno, lo estoy cocinando, llevo ya un año con ello y va bastante avanzado. Cuando esté va a suponer que voy a cantar en muchos idiomas y muchas otras cosas. Eso para mí sería un gran broche de oro en mi carrera. No quiere decir que después deje de cantar, pero que si consigo hacer eso, para mí, sería de las cosas más satisfactorias que haya podido hacer en mi carrera y en mi vida.

Fuente: diariodemallorca.es

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